Excursion improvisada

Que le vamos a hacer, nosotras no queremos pero algo por dentro hace que estemos irritables, sensiblonas y con ganas de meterle una patada en el culo al mundo. Pues si, asi estaba yo el viernes por la tarde y me ponen delante a un gilip*****  que hace honor a la fama que tiene y ala hormonas hacia el, todas disparadas con intencion de matar. En fin que con ese cuerpo guerrero decidi que lo mejor era quedarse en casa, ver una peli noña y echarse un llorico que eso siempre funciona, cuando ya estaba yo con mis mejores galas me llaman al timbre y veo a unas compañeras. Puedes bajar?? me preguntan. Intrigada por la visita inexperada bajo los 27 pisos preguntandome que pasara.
Venimos a proponerte una salida para este finde. Nada preparado, a la aventura, bañador, toalla y el pijama por si nos quedamos a dormir. Vale digo yo. Mañana a las 7 te recogemos.
Y asi fue, pero como el horario filipino es asi hace que las 7 se conviertan en las 8 pasadas.
Tras 3 horas interminables de coche llegamos a un restaurante muy bonito sobre el agua, pedimos comida para 10 siendo 5, sopa, ensalada, pescado fresco fresco, carne a la brasa, gambas, postre y la cuenta 30 € TODOS. Pasmada me quede, jeje.
De vuelta al coche, esta vez 20 minutos. Llegamos a la montaña de Jesus, un cristo copia del brasileño y bien coloreado donde los filipinos van a rezar. Hay como dos mil escaleras para subir, que oye sacrificio ya haces, asi que mas vale que cumpla los deseos que se piden, pero tengo que decir que estos filipinos son muy listos y han creado una tecnica para que descanses entre tramo y tramo. Escaleras a derecha e izquierda, cada una del tamaño que la naturaleza le dio pero unas dos mil a ambos lados. Subes un tramo por la derecha y un cartel que te lleva hacia la izquierda, subes el segundo tramo por la izquierda y otro cartel que te lleva a la derecha. Las escaleras las subes igual pero tienes unos momentos de suelo recto que conforme mas subiendo mas y mas se agradecen mas y mas. Yo tambien pedi deseo.
Y para acabar la tarde nos fuimos a un resort. El agua estaba calentita calentita y habia bastantes algas en el suelo lo que hacia que la sensacion no fuera del todo agradable pero bueno se podia estar. De repente noto que estoy pisando algo que hace ventosa en mi pie, Aggg, que es eso, para asegurarme decido probar otra vez y si, hay algo que hace ventosa con mi pie. Decido moverme. Seguimos hablando pero la alga ventosa nos persigue y ataca a otro. Decidimos que el agua de la piscina esta mas clara y no hay nada que te ataque los pies.
Y siendo las 7 de la tarde y todo oscuro oscuro ya,  llego la hora de cenar. Pescado, arroz, noodles, cangrejo, pollo... un poco de todo. Como los tiempos son suficientes yo decido que me doy una ducha y me cambio porque por primera vez en Filipinas hay viento y tengo fresquillo. En la ducha encuentro algo que ya no necesito, un sapo... No lo quiero molestar y me cambio de ducha, y digo molestar pero en verdad podria decir No quiero que salte y pegar un grito. Duchada, seca, unas cervecitas y comida... perfecto!! La excursion se acaba y antes de emprender vuelta a Manila voy al baño y hago otro descubrimiento. Mi sapo tampoco me necesita, tiene a su princesa al lado y dando saltitos salen del baño camino a la playa. Ya queda menos pienso yo.